La observación de los acontecimientos produce opiniones; tanto más si ademas se es protagonista de ellos. A veces quienes opinan en las tertulias de los medios de comunicación no convencen en absoluto provocando una necesidad imperiosa de contestar, pero nos limitamos a hablar a la tele o la radio como si pudiesen escucharnos porque aunque sabemos que están lejos al menos desfogamos.
Esta tertulia conmigo mismo no es otra cosa que la misma actitud aunque expuesta en su escaparate y no al aire delante de un aparato electrodoméstico.